Enseñar Pilates no es solo demostrar movimientos: es diseñar experiencias que guíen al cuerpo hacia la conciencia, la fuerza y el equilibrio. Y detrás de cada clase que fluye sin esfuerzo, hay algo invisible pero esencial: una buena planificación.
¿Te has descubierto corrigiendo la alineación del mat… antes de que empiece la clase? Entonces ya no solo practicas Pilates. Lo estás viviendo.
Tu mirada ya no busca la perfección del movimiento, busca el equilibrio en cada respiración, en cada detalle que pasa desapercibido para los demás.