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El verdadero significado de 'flow' en Pilates

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    planner digital
  • hace 15 horas
  • 2 Min. de lectura
FLUJO DE PILATES REFORMER

Cómo la fluidez, el enfoque y la conexión dan forma a una práctica consciente

En los últimos años, la palabra flow se ha vuelto común en el mundo del Pilates clásico. A menudo se usa como un término de moda, pero ¿qué significa realmente en la práctica del movimiento consciente?

El concepto de “ flow” en Pilates puede entenderse de diferentes maneras: como un proceso de movimiento continuo, como un estado de concentración completa o como el resultado natural de una práctica bien diseñada.


El flujo como proceso

En Pilates, hablar de fluidez evoca la imagen de un río: movimiento fluido, constante e ininterrumpido. En la práctica, esto se traduce en clases con secuencias enlazadas, sin largas pausas, donde los ejercicios se suceden de forma natural. Este enfoque promueve la coordinación, la respiración consciente y la conexión mente-cuerpo, pilares del método Pilates.


El flujo como estado de presencia

Desde una perspectiva psicológica, el estado de fluidez se relaciona con la sensación de estar completamente inmerso en lo que uno hace: conectado, concentrado y libre de distracciones. No es lo mismo que la atención plena, ya que aquí no observamos desde fuera, sino que nos fusionamos con la experiencia del movimiento. En el método Pilates, esto significa moverse con intención, escuchando al cuerpo y respetando su ritmo.


personas haciendo pilates reformer


Flujo como resultado

La fluidez también puede verse como un resultado que surge de la convergencia de varios factores: la preparación del estudiante, la claridad de las instrucciones, una progresión adecuada y un entorno que fomenta la conexión. Para el instructor, lograr esta fluidez en una clase significa guiar a los estudiantes con un propósito, sin fricciones ni interrupciones innecesarias.


Cómo fomentar la fluidez en tus clases de Pilates

  • Diseñar programas progresivos que permitan a los estudiantes repetir, avanzar y dominar patrones de movimiento.

  • Evite cambios de equipo o ajustes constantes que interrumpan la concentración.

  • Cree un ambiente tranquilo y centrado que fomente la escucha y la conexión.

  • Utilice instrucciones claras y significativas que guíen sin abrumar.

  • Permita que los estudiantes experimenten e incluso cometan errores para que puedan desarrollar la confianza en sí mismos y la conciencia de su cuerpo.

El flow no es solo una hermosa secuencia de ejercicios; es una experiencia holística de fluidez, presencia y propósito. Lograrlo requiere práctica, paciencia y una enseñanza consciente. Como instructores de Pilates, nuestro reto no es solo dirigir los movimientos, sino crear las condiciones para que los alumnos experimenten ese estado de plena conexión, con el método y con sus propios cuerpos.

 
 
 

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